Después de años trabajando para otros, Darío Matey decidió que era el momento de emprender su propio camino. Lo hizo por vocación, pero también por algo mucho más personal: querer estar presente en la vida de sus hijas sin renunciar a lo que le apasiona.
Así nació su consulta de psicología, centrada en el vínculo humano como base del proceso terapéutico.
Darío nos habla de cómo dio el paso, los miedos del inicio, y lo fundamental que ha sido estar bien rodeado —también para poner en marcha su web—.
Una historia real, con mucha honestidad y una idea clara: ayudar desde la empatía, sin filtros ni promesas vacías.
Entrevista a Darío Matey, psicólogo
Darío, ¿en qué consiste tu proyecto y qué ofreces a tus pacientes?
El proyecto es sencillo, una terapia basada en conectar realmente con los pacientes.
Cada vez más psicólogos dejan de lado esa parte más humana, más cercana, y mi intención es que la empatía sea el punto de partida.
Si no hay un vínculo terapéutico es complicado que funcione, por eso es tan importante que creas que soy la ayuda que necesitas, que confíes en mí y que juntos demos todos los pasos adecuados para que el resultado sea el mejor.
Es increíble e incluso emociona ver cómo los pacientes van mejorando poco a poco, cómo ponen en práctica algo que han aprendido y ver la evolución general con el paso de las sesiones. Te juro que es algo que me hace brillar los ojos.
¿Cómo y cuándo surgió la idea de montar tu propia consulta?
Cuando terminé la carrera y tras pasar por una clínica me dije que habían sido muchos años dedicados a otras personas que dirigían sus empresas y sucedió algo que cambió todo. Esta vez quería ser yo quien tomara las decisiones, quien me sintiera con la libertad de elegir a mis pacientes al tener una conexión real con ellos y sobre todo, porque quería dedicar tiempo a otras personas que son muy importantes en mi vida: mis hijas.
La posibilidad de ser padre presente en sus vidas y dedicarme a lo que me gusta es quizá algo que muchos queremos alcanzar.
Por eso, cuando me preguntas cuándo surgió la idea, la respuesta es sencilla: cuando nació mi primera hija.
¿Cómo fueron los comienzos y qué barreras encontraste a la hora de emprender?
Los comienzos no son sencillos nunca, tienes que aprender de muchas profesiones que no son la tuya: gestores, gente dedicada al marketing y a las tecnologías... Es importante entender que cuanto mejor estás rodeado más sencillo va a ser todo y más vas a poder dedicarte a tu especialidad.
En psicología, en muchísimas terapias hablamos de la importancia de estar bien rodeados. Sería hipócrita no hacerlo con nosotros mismos.
Ahora, habiendo aprendido algunas cosas y siendo ayudado en otras, me siento más seguro y eso influye directamente en tu motivación y tu autoestima para seguir dando los pasos en la dirección correcta.
¿Ha cambiado mucho el proyecto desde entonces? ¿Cómo es ahora?
Siendo justos, el proyecto ha cambiado muchísimo. Yo soy licenciado en CAFyD y tengo un máster en Periodismo. Empecé a estudiar Psicología como una deuda pendiente conmigo mismo y por aprender mucho más de la conducta humana.
Lo que era un hobby se transformó en una pasión y lo que es pasión se ha tornado en realidad, en decidir dejar atrás trabajos que podrían haber mantenido mi vida holgadamente pero que se veían grises, por un plan que conllevaba ayudar a la gente, llegar a las personas y poder ser un apoyo para todos.
Me siento en paz con la decisión que tomé porque, sea como sea el futuro, yo lo veo de colores.
Háblanos de tus pacientes. ¿Quién es tu target?
Mi mujer siempre dice que por mi forma de ser y de comunicarme, incluso por la estética, los adolescentes muestran una sensibilidad especial conmigo, pero en sí no considero que tenga un target cerrado.
Mi target es la confianza en el proceso.
Tengo mujeres de 60 años que quieren cambiar cosas de su vida, adolescentes de 15 que buscan aprender sobre el control de sus emociones, aunque quizá siento una conexión especial con mujeres que han sido madres o que están atascadas en su vida.
Me crie con mi madre y creo que supo hacer de mí una persona sensible y empática y, hay que exponerse, con una mentalidad feminista que creo que me hace conectar mejor con ellas, y aún más desde que fui padre.
Ojo, digo esto, pero no quita que tenga hombres en terapia con los que conecto y que se abren conmigo como pueden no haberlo hecho nunca.
¿Y el servicio o tipo de terapia que más te demandan?
La mayoría de personas que llevo tienen grandes problemas de ansiedad y autoestima, personas que necesitan dar un giro a su vida o que tienen un gran vértigo ante situaciones que tienen que tomar.
Otro de los grandes pilares es la terapia de pareja. Las parejas, como conjunto, están sufriendo los problemas de la sociedad actual, que son exigencias continuas de comportamiento, lo que se espera de ellos, el miedo a la crítica social, y extrapolado a la pareja va haciendo que muchos conflictos no consigan resolverse y poco a poco vayan debilitando la relación. Estos pueden ser los grandes bloques de terapia, pero llevo gente en terapia familiar, control de ira, depresión...
¿Cuál sería el sello de distinción de Darío Matey? Ese que hace que te elijan frente a otros psicólogos.
Pues mira, lo iba a responder en la anterior, pero viene perfecto ahora. Principalmente dos cosas: la primera es que no cojo pacientes a los que no crea que puedo ayudar.
No vale todo en psicología y no vale todo para ganar dinero: tengo una fuerte convicción para con la honestidad y me he criado en un mundo bastante humilde y cercano a la realidad de todos, por lo que es importante saber dirigir bien a todas las personas que llegan.
Lo segundo, lo he dicho al principio: el vínculo. Quiero que el primer día que salgas de la terapia sientas una comodidad inusual conmigo y que sientas que por fin has dado con alguien que va a ayudarte y en quien crees. Ese quiero ser yo y ese necesito que quieras que sea yo.
¿Hace cuánto tiempo tienes tu página web?
La web en sí llevo un año preparándola… y es importante incluir la historia que hay detrás del proceso.
Vamos a ello. ¿Por qué elegiste GoDaddy para registrar el dominio de tu página web?
Inicialmente elegí otra página, por desconocimiento o por consejo de terceros. Malísima decisión: era un proceso lento, que me retrasaba y me hacía perder el tiempo. Por respeto a la página no diré el nombre, pero tras un problema que me hizo perder la página por completo, y hablando con su servicio de atención, la solución pasaba por gastar y gastar, dinero y tiempo, y fue un límite suficiente.
Me informé y elegí GoDaddy, en parte por las opiniones generales que leía y encima lo vi como una señal de mis hijas animándome a ello por el nombre. Tardé menos de un día en preparar la base y ya solo quedaba pulir detalles.
Encima el equipo de GoDaddy ha sido un apoyo increíble y me he sentido arropado y cómodo en todo momento. He hablado con varias personas del equipo y da igual con quién fuera, ha sido un trato de diez.
Lo que hablaba de la importancia de saber rodearte para que te vaya bien, aquí se cumple.
¿Te ha ayudado tener una web a la hora de darte a conocer e impulsar tu negocio?
En 2025, necesitas visibilidad y quieras o no, una web y redes sociales es la base para que sepan quién eres. Si quieres que tu negocio funcione debes ser accesible para todo el mundo y esta es la única manera que conozco. Para mí ha sido muy importante tenerla.
¿Algún consejo para quienes se estén planteando emprender?
No quiero quedar de estos falsos gurús que te dicen «haz lo que te propongas y lo conseguirás». No. Proponte ese emprendimiento, busca bien, aprende, rodéate bien y lánzate a por ello. No tengas miedo al fracaso.
En España se siente como un estigma que algo te salga mal, pero estoy convencido de que intentarlo es la mejor manera de poder alcanzarlo.
No te voy a decir lograrlo, te voy a decir dar el primer paso. ¿Qué te impide dar ese primer paso?
