Irene es la fundadora de Tocados IG, una marca de complementos de moda en la que las clientas se han convertido en el centro neurálgico del negocio.
Un proyecto que surge como una forma de perseguir su pasión, y que ha tenido que reinventarse a causa de la pandemia.
Hablamos con Irene de cómo fueron los inicios del proyecto, cómo ha evolucionado a lo largo de los años y cómo ha sido la digitalización de su negocio.
Entrevista a Irene, fundadora de Tocados IG
¡Hola, Irene! Encantada de poder más de cerca tu proyecto. Cuéntanos, ¿qué es Tocados IG y cómo surge la idea?
Tocados IG es un taller de complementos de moda y, como su propio nombre indica, de tocados. Hago tocados, pamelas y diademas de forma personalizada, buscando la esencia de la clienta. Intento sumergirme en el estilo de cada persona para saber lo que quiere y lo que necesita: cómo va vestida, su peinado… Por supuesto, tengo mi propio estilo, pero siempre me adapto a lo que transmite la persona que confía en mí.
¿Y cómo surgió? Pues en un viaje a la India con unos amigos. Allí alucinaba con las mujeres, sus abalorios, las pulseras, los brazaletes, sus pinturas, los colores, las sedas… ¡era impresionante! Todo aquello me inspiró para hacerme mis propios complementos para una boda que tenía. Así que, cuando regresé a España de aquel viaje, me puse a crear.
El tocado en cuestión tuvo bastante éxito, así que, en ocasiones posteriores, mis amigas me empezaron a pedir que les hiciese también complementos para sus eventos… ¡y el boca a boca hizo el resto!
Lo cierto es que al principio era un hobby: yo trabajaba en una asesoría laboral en Málaga y hacer tocados era una manera de divertirme, porque, además, mi trabajo no me llenaba.
En 2015 me vine a Madrid y también empecé a trabajar en una asesoría laboral, pero ya tenía el runrún de que aquello no me gustaba. Se lo decía a mi marido, hasta que él mismo me dijo: «¿Y por qué no lo dejas y nos lanzamos a los tocados?».
Y con ese pequeño empujoncito me lancé, ¡y hasta hoy!
¿Cuáles fueron las principales dificultades que te encontraste al emprender?
Captar clientes. Ten en cuenta que aquí, en El Escorial, nadie me conocía… y súmale que no tengo una tienda a pie de calle para que la gente pudiese ver un escaparate y entrar a conocerme. Pero, como me sucedió al principio, empezó a funcionar el boca a boca y de esta manera encontré la mayoría de las clientas que tengo ahora.
¿Y cómo es tu clienta ideal?
Me dirijo sobre todo a novias, porque me apasionan los tocados de novia. Pero también hago tocados y complementos para todo tipo de invitadas, incluso para niñas de comunión o de arras.
¿Y qué es lo que te distingue de otras diseñadoras de complementos?
Lo que realmente me diferencia es que me adapto a la necesidad o los gustos de la clienta. Por ejemplo, si se enamora de una diadema con plumas y pistilos pero no le viene bien porque tiene el pelo ahuecado, se lo transformo en una pinza para que se adapte a su estilo.
Mi seña de identidad es poner a la clienta en el centro de mis creaciones, facilitándole lo que desea y haciendo realidad lo que tiene en su imaginación.
¿Qué ha supuesto para tu negocio la pandemia, teniendo en cuenta que el sector de los eventos ha sido uno de los más perjudicados?
En este aspecto he de decir que ha influido mucho el nacimiento de mi hijo en los momentos más duros del confinamiento. Prácticamente todo 2020 me centré en él y el negocio pasó a un segundo plano. Pero, efectivamente, el panorama era difícil, porque la pandemia hizo que las bodas y casi todo tipo de eventos se aplazasen o incluso se cancelasen. Y eso tiene una doble consecuencia: no sólo no vendes, sino que, además, pierdes un escaparate tan valioso como es el del boca a boca.
Por eso ha tocado reinventarse e ir un punto más allá de la pamela o del tocado de ceremonia: diseño diademas más sencillas, que puedan alegrar un look de diario o hacerte sentir especial en una reunión por videollamada; también personalizo cinturones y hago carteras personalizadas para dar ese toque único a un look básico.
¿Cómo te está ayudando en esta reinvención el hecho de digitalizar tu negocio?
Hoy en día, estar en el mundo significa estar en el escaparate online. Y más cuando muchos negocios se están viendo obligados a cerrar sus tiendas físicas. Y hay que tener en cuenta que, en el sector de los eventos, cuando las invitadas buscan inspiración, recurren a Google o a las redes sociales, así que hay que estar bien posicionada ahí para poder llegar a ellas.
Tener la tienda online es básico para llegar a más gente del boca a boca, para poder vender no sólo en El Escorial o en Madrid, sino en toda España.
¿Por qué elegiste a GoDaddy para crear tu tienda online?
Busqué opiniones y encontré muchas muy positivas de GoDaddy, sobre todo por parte de emprendedores.
Lo vi fiable y potente y el hecho de que muchas personas creadoras hubieran apostado por GoDaddy me dio aún más confianza.
Y luego destacaría su atención al cliente: cuando te lanzas a crear tu web todo son dudas, así que hablé por teléfono con un asesor, le comenté lo que necesitaba y me ayudó en todo.
Con sólo unas preguntas supo ofrecerme lo más adecuado para mi negocio y con el creador de páginas web conseguí montar la tienda online que necesitaba, de una manera sencilla.
Irene, ¿cómo ha evolucionado tu marca en estos seis años?
Ha sido un cambio total: de sentarme en una habitación a hacerme cuatro tonterías para el pelo por hobby, a tener mi propio taller en el que incluso cuento con la confianza de novias que me encargan su tocado a mi gusto, con los ojos cerrados, haciendo caso de mi inspiración… ¡y eso ya es decir!
¿Qué consejo le darías a una emprendedora que se plantee apostar por su idea de negocio?
Que siga su sueño, que es lo más importante, porque es realmente lo que te hace feliz. De este bache vamos a salir seguro: todo se puede en esta vida y con ganas, más.