Cuando sale a la luz el tema de la productividad laboral en el trabajo, es muy tentador fijarse en soluciones innovadoras y fáciles de vender a los empleados. Al fin y al cabo, instalar una mesa de billar o poner una mesa de ping pong en la oficina garantiza que todo el mundo se dé cuenta de que están cambiando algunas cosas y lo acepte.
Pero si lo que estás pensando es en hacer cambios e implementar técnicas de productividad laboral que realmente mejoren los resultados de tu equipo a largo plazo, quizá debas fijarte en otro tipo de estrategias que ya hayan sido probadas con éxito. No todo en esta vida consiste en trabajar con Word, Excel, PDF y demás archivos que vemos todos los días en las pantallas de nuestros ordenadores, ¡sigue leyendo para descubrir más sobre esto!
1. Abre puertas a la naturaleza
Las investigaciones sobre cómo aumentar la productividad laboral que se publican con frecuencia, defienden con firmeza la idea de que pasar tiempo al aire libre favorece nuestra salud y a nuestra dedicación en el trabajo. Lo mismo ocurre cuando traemos dentro de la oficina lo que existe fuera. Permitir la entrada de luz natural y vegetación (en forma de plantas y flores) en el lugar de trabajo son métodos probados que mejoran el rendimiento del personal.
Al hablar de la luz del sol, se publicó hace poco que su presencia mejora el bienestar de los empleados y su productividad al poder ser más creativos.
También les ayuda a dormir más por la noche, algo siempre muy agradecido para poder rendir en el puesto de trabajo.
Incluso si tu lugar de trabajo no tiene muchas ventanas, si te preocupa cómo mejorar la productividad laboral puedes conseguir pequeñas mejoras si permites al equipo que abra las persianas o intente reorganizar el espacio de forma que pueda tener sus mesas lo más cerca posible de las ventanas. Otra opción es invertir dinero en comprar bombillas que simulen la luz natural.
Si hablamos de naturaleza y su flora, un estudio hecho en Reino Unido demostró que las oficinas que contaban con plantas ayudaban a los trabajadores a sentirse más felices en su entorno de trabajo, siendo un 15% más productivos que en otras oficinas.
Además, tener flores cerca ha demostrado influir de forma positiva sobre la creatividad y la innovación. Las plantas ayudan a filtrar el aire, mejorando la salud de los empleados (¡reduce el absentismo!).
Los entornos con mucho espacio vacío son ideales para introducir un toque verde que le dé vida a la oficina. Elige plantas que sean fáciles de cuidar y asegúrate de que alguien se encargue de regarlas, tener plantas muertas es perder el tiempo.

2. Haz que dormir sea una prioridad
A estas alturas, internet está repleto de artículos hablando sobre la importancia de dormir, y lo cierto es que llegar descansado al trabajo es tan importante para la productividad laboral como contratar el hosting WordPress de GoDaddy si trabajas con esta plataforma o disponer de un certificado SSL fiable para generar confianza en sus visitantes.
Ya hay multitud de empresas que prestan atención a este concepto, ahora es importante que te plantees si tu oficina o empresa está realmente preparada para que tus empleados puedan cubrir esta necesidad básica.
No es solo lo apropiado para tus empleados. También lo es para aumentar la productividad laboral en el trabajo.
Algunas investigaciones sugieren que aquellos trabajadores con falta de descanso muestran graves bajadas de rendimiento, por lo que se hace fundamental darle a tus empleados la oportunidad de dormir las horas necesarias cada día (como recomendación, debe dormirse de 7 a 8 horas diarias).
Esto puede centrarse en:
- Animar a los empleados a finalizar sus jornadas laborales con el tiempo suficiente para poder llegar a casa y cenar o pasar tiempo con su familia antes de dormir.
- Establecer una política definida sobre “no enviar o revisar el correo electrónico por la tarde”.
- Permitir el horario flexible para que los empleados puedan fijar sus turnos en función de la mejor hora para descansar.
- Si tus empleados comen fuera de la oficina, dales tiempo si lo necesitan para dormir una siesta antes de reincorporarse al trabajo.
Proporcionarles herramientas para productividad laboral de calidad es importante, pero de nada sirve invertir en ellas si tus empleados no están en condiciones de sacarles el máximo provecho.
3. Refuerza los tiempos de descanso
Para algunos empleados no es suficiente realizar sus tareas diarias e irse a casa para descansar.
Se ha demostrado que la gente que se toma ligeros descansos a lo largo de su jornada laboral tiende a ser más productiva. Teniendo en cuenta que el descanso ideal depende de cada persona, hay evidencias de que el mejor ciclo de trabajo se estima en 52 minutos de trabajo efectivo y posteriormente un descanso de 17 minutos.
Los miembros de tu equipo necesitan sí o sí desconectar de sus ordenadores.
Así consiguen tiempo para respirar, relajarse, aclarar ideas y recargar pilas antes de volver al trabajo. También hace que su salud física y mental mejore al darles a sus cuerpos y ojos el descanso después de estar mucho tiempo seguido haciendo una tarea.
Haz que tomarse un descanso sea natural en tu empresa siguiendo alguno de estos consejos:
- Educa a tus empleados sobre la importancia de tomarse descansos y hazles ver que parar está bien, no al revés.
- Deja que tus empleados salgan a dar una vuelta y coger aire.
- Anímales a dejar de trabajar durante su descanso para comer y que abandonen sus mesas en ese tiempo.
- Ofrece una sesión de yoga o similar que ayude a tus empleados a relajarse.
4. La ergonomía por bandera
Quizá no sea lo primero en lo que piensas cuando tienes que negociar una venta o tienes que reunirte con inversores que buscan su rentabilidad, pero de hecho este concepto puede jugar un papel relevante en la productividad de tu oficina.
Sillas baratas (con todo lo que conllevan) pueden ser clave para provocar incomodidades como dolor corporal, dolor de cabeza, problemas respiratorios y fatiga — todos causantes de pérdida de rendimiento y factores que favorecen el absentismo. Solo por esta razón se hace necesario invertir en material de calidad para tu oficina, que aporten confort, adaptabilidad y ergonomía.
Mientras trabajas en ello, considera implementar estos trucos extra:
- Asegúrate de que las pantallas de los ordenadores están lo suficientemente altas para que tus trabajadores no tengan que poner el cuello en una posición antinatural para ver lo que hacen. Así se puede reducir drásticamente los dolores de cuello y la tensión en los hombros.
- Anima a tus empleados a comprobar que sus monitores están colocados aproximadamente a 40 centímetros de donde se coloquen para trabajar. Esto ayudará a evitar problemas oculares.
- Si hay algún empleado que use portátil, puedes invertir en teclados externos para reducir lesiones de muñeca y antebrazo.

5. Ofrece distintos tipos de lugares de trabajo
En los últimos años, las oficinas con espacios abiertos han marcado un antes y un después. Mientras que inicialmente se veían como la panacea de la productividad laboral, la idea actual difiere un poco de esa visión. La idea es que los espacios abiertos pueden hacer que la gente no se centre en su trabajo.
Por ello, quizás sea más adecuado encontrar el equilibro en tener zonas comunes de trabajo y zonas privadas, de forma que se potencien la innovación, la productividad y la rentabilidad.
Dado que cada empleado tiene sus propias preferencias a la hora de optimizar la productividad laboral en el trabajo, es importante proporcionar una variedad de espacios donde se pueden acomodar las distintas necesidades de todos ellos. Para tal fin, no escatimes a la hora de buscar la mejor combinación posible de espacio colaborativo y zonas privadas.
Al implementar estas estrategias, tienes garantizado que el rendimiento laboral aumentará. ¿Solo eso? No, además, estos trucos aumentan las opciones de que tu equipo esté más contento y, por tanto, sea mucho más productivo.