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Qué es y cómo hacer una auditoría SEO de una web paso a paso

lectura de 18 minuto(s)
Leticia Calvo
Imagen representando una auditoría SEO de sitio web

Una auditoría SEO es clave para trazar una estrategia de posicionamiento orgánico para una página web. Pero, ¿en qué consiste? ¿Cómo se realiza una paso a paso y qué herramientas debes usar para hacerla?

Vamos a resolver todas estas dudas a continuación. Empezamos por lo más básico: su definición.

¿Qué es una auditoría SEO?

Una auditoría SEO es una evaluación de todos los factores que repercuten en el posicionamiento orgánico de una web. El objetivo de este análisis es encontrar tanto errores como posibles oportunidades de optimización para mejorar el posicionamiento SEO de la página.

En una auditoría SEO analizamos tanto factores onpage –velocidad de carga, indexación de contenidos, palabras clave, etcétera- como offpage -calidad de los backlinks, autoridad de la página, etcétera-.

Al finalizar la auditoría SEO, debemos dar un diagnóstico preciso de problemas y potenciales optimizaciones para mejorar la visibilidad de la página en Internet.

Además, debemos redactar un informe que incluya todas las optimizaciones que se deben implementar, tanto onpage como offpage, e indicar la prioridad de cada una de ellas para poder calendarizarlas en el tiempo.

¿Cuándo debemos hacer una auditoría SEO?

Los motores de búsqueda están en constante cambio para ofrecer la mejor respuesta ante las queries de los usuarios. De ahí que las actualizaciones del algoritmo de Google traigan de cabeza a los profesionales del mundo del SEO.

Y, por otro lado, la publicación y actualización de contenidos en una web dificulta, en muchas ocasiones, la realización de análisis exhaustivo de su repercusión.

El tráfico que recibe una página puede sufrir modificaciones en el tiempo, tanto para bien como para mal.

Por este motivo, quienes se dedican al posicionamiento orgánico recomiendan auditar una web cada cierto tiempo. Y es aún más recomendable realizar una auditoría SEO en los siguientes casos:

  • Tras una actualización de cierta magnitud de los algoritmos del motor de búsqueda.
  • Ante una caída del tráfico web que puede venir determinada bien por la pérdida de los primeros puestos en los motores de búsqueda para determinadas keywords o tras una penalización del motor de búsqueda.
  • Ante un estancamiento en el tráfico web que se prolonga en el tiempo en caso de que continúes trabajando el posicionamiento orgánico en buscadores.
  • Si vamos a migrar una página web para evitar posibles errores actuales.
  • Simplemente para encontrar puntos de mejora y aumentar el tráfico a una página web.
  • Si eres una agencia o un consultor SEO, al trabajar con una página web de un cliente nuevo. Así, podemos analizar cuál es el punto del que partimos con la web y establecer una estrategia SEO.

Hay tres maneras diferentes de realizar una auditoría SEO:

  • Subcontratando a un consultor SEO o una agencia especialista en este campo.
  • Contratando profesionales del sector SEO y realizarla de manera interna.
  • Si tienes nociones SEO y no tienes el presupuesto para delegar esta tarea, puedes intentar hacerla por ti mismo.

Si este es tu caso, ¡estás en el sitio correcto! A continuación, vamos a darte una checklist para que puedas realizar la auditoría SEO de tu página.

Cómo hacer una auditoría SEO paso a paso en una web

Cómo hacer una auditoría SEO paso a paso

A la hora de realizar una auditoría SEO, debes revisar tanto aspectos onpage como offpage. Para ello, debes realizar un análisis de los siguientes factores que afectan al posicionamiento orgánico:

Vamos a ver cada una de estas fases con más detenimiento, incluyendo una pequeña checklist en cada apartado.

Realiza un análisis previo del tráfico web

Este primer análisis es clave para conocer el punto de partida de la web.

Así podemos determinar:

  • Qué páginas son las más visitadas a nivel de SEO.
  • Cuáles son las fuentes del tráfico y qué peso tiene el tráfico orgánico en la web.
  • Desde qué dispositivos visitan la web los usuarios y cuál es su ubicación.
  • Localizar cambios en el histórico del tráfico y entender cuáles se llevaron a cabo en su momento para optimizar la web de cara al posicionamiento orgánico.

Revisa la indexación de la página

Esto es muy fácil: página que no esté indexada, página que el motor de búsqueda no mostrará a los usuarios en las SERPs.

Por ello, el primer paso consiste en analizar el rastreo y la indexación de la web.

Recuerda que es imprescindible indexar todas las páginas que pueden resultar interesantes de cara al posicionamiento orgánico, y que las que no lo son no tienen por qué estarlo. Así, puedes optimizar el crawl budget y dar prioridad a las páginas que son relevantes a nivel de SEO.

Para analizar esta indexación, puedes consultar el índice de cobertura de Google Search Console. Esta es una herramienta gratuita que permite ver qué páginas tienen un error, cuáles deben ser revisadas, cuáles son válidas y cuáles están excluidas de la indexación.

Otra herramienta muy válida para valorar la indexación y el rastreo es Screaming Frog.

En caso de que tengas una web pequeña, también puedes verlo gracias a Google. Es muy fácil: solo tienes que escribir en la barra del buscador “site:ponaquitudominioweb.com” y el motor de búsqueda te mostrará todas las páginas indexadas de tu sitio web.

Análisis de la usabilidad y el rendimiento web

El comportamiento del usuario es, a ojos de Google, otro factor de posicionamiento.

Aspectos como un tiempo de carga elevado o una web que no sea adaptable influye negativamente en la experiencia de usuario, de manera que muchos de ellos abandonan la página sin realizar ninguna acción o antes de que termine de cargar.

Un tiempo de permanencia muy bajo, una tasa de rebote muy alta o una tasa de conversión mínima son factores que pueden hacerte sospechar que algo falla.

Por ello, es importante que a la hora de realizar tu auditoría SEO analices tanto la velocidad de carga como la adaptabilidad a distintos dispositivos o posibles errores de usabilidad.

Revisa la velocidad de carga

La velocidad de carga es un factor de posicionamiento SEO. Ten en cuenta que, en la actualidad, cada vez más personas acceden a una web a través de su teléfono móvil.

Si tu página tarda en cargar más de 3 segundos, es probable que el usuario la abandone antes de realizar una acción en ella.

Para verificar la velocidad de carga de una web puedes usar PageSpeed Insights de Google o cualquier otra herramienta que realice tests de velocidad web.

Hay multitud de factores que pueden afectar a la velocidad de carga de tu web: imágenes pesadas, hosting poco adecuado al nivel de visitas, multitud de plugins descargados, la propia plantilla, inserción de código basura, etcétera.

Analiza en qué estado se encuentra tu página y valora si es necesario optimizarla para aumentar la velocidad de carga de tu web.

Tu web debe ser adaptable a los diferentes dispositivos

En la actualidad, accedemos a páginas web desde multitud de dispositivos: desde los clásicos ordenadores a los smartphones de última generación. Por ello, es vital que la web se adapte perfectamente a todos ellos, y que la experiencia de usuario sea positiva sin importar el dispositivo desde del cual se conecte a tu página.

Google penaliza a las páginas que no son responsive. Es decir, que no se visualizan correctamente desde todos los dispositivos.

Para ello, debes analizar cómo se visualiza tu web desde diferentes dispositivos. Puedes hacerlo de forma manual o empleando herramientas para ver tu web en versión móvil como Screenfly, Am I Responsive o Responsinator.

Analiza los contenidos de tu página

Los contenidos de tu página web es un factor tremendamente relevante para el posicionamiento orgánico. Por ello, en análisis de los mismos es vital en toda auditoría SEO.

Análisis de palabras clave

El primer paso será realizar un keyword research -o análisis de palabras clave-. De esta manera, podremos conocer:

  • Qué palabras clave se están intentando posicionar y qué posición ocupan en el ranking del motor de búsqueda.
  • Si son las keywords correctas en base a la estrategia de la empresa o en función de su volumen de búsqueda o grado de competencia.
  • Qué keywords son relevantes para el negocio, pero no están posicionadas.

Con esta información, podremos plantear tanto la arquitectura web como una estrategia de contenidos a medio-largo plazo.

Para realizar un análisis de palabras clave puedes emplear tanto herramientas de pago como Semrush o AHrefs como herramientas gratuitas como el planificador de palabras clave de Google Ads.

Revisa la arquitectura web

La arquitectura web es otro de los factores de posicionamiento. No solo influye en la manera en la que están organizados y jerarquizados los contenidos de manera interna, sino también en la forma en la que el usuario es capaz de navegar por la página -volvemos a la usabilidad- y a la facilidad de los rastreadores de los motores de búsqueda para comprender esa estructura interna.

A la hora de analizar la arquitectura de una página web, debes revisarla tanto desde el punto de vista de la estructura como semántico. Para ello, verifica que las páginas más relevantes para la web están colocadas en los menús principales o en los niveles más altos de la estructura. Y que, además, reciben un mayor número de enlaces internos que otras páginas.

Por norma general, los contenidos en los que debemos centrar nuestros esfuerzos SEO no se deben localizar a más de 3 clics de distancia de la home de la web para facilitar tanto el rastreo como la posibilidad de los usuarios de acceder a dicha información.

Una herramienta muy útil para valorar la arquitectura web es Screaming Frog.

Estructura de los contenidos

Los contenidos de tu página deben estar correctamente jerarquizados. Para ello, revisa que:

  • En cada página hay un único H1.
  • El título SEO no excede el número de caracteres recomendado (de 20 a 70 caracteres).
  • Los contenidos están jeraquizados, existiendo los subtítulos (h2, h3), verificando que estos están ordenados correctamente y empleando keywords relevantes.
  • Las quotes o los bloques destacados ayudan a hacer la lectura más dinámica.

Esta jerarquización de los contenidos y el hecho de añadir otros elementos más dinámicos como las imágenes, las enumeraciones o los bloques de texto destacado mejora su escaneabilidad -la posibilidad de comprender un contenido aun realizando una primera lectura rápida del mismo-.

Meta descripciones

Las meta descripciones son esos textos breves que aparecen debajo del título SEO de la página en los motores de búsqueda.

Estas son tremendamente relevantes a la hora de persuadir a los usuarios a hacer clic en tu página cuando la muestra en los resultados de búsqueda.

Por ello, debes comprobar que:

  • Cada página tiene una meta description que ayuda al usuario a entender qué contenido va a encontrar al hacer clic.
  • La longitud de la meta descripción es la adecuada: de 140 a 160 caracteres.
  • Incluye un breve resumen del contenido y anima al usuario a hacer clic para conocer más acerca del tema.

Contenidos de calidad

Determinar si estás creando contenido de valor para tu audiencia debe ser otra de las tareas imprescindibles dentro de la auditoría SEO. Piénsalo por un momento: si llegas a una web cuyo contenido te interesa, no solo permaneces más tiempo en la página, sino que también compartirás ese contenido en redes sociales o, si tienes un blog, pondrás un enlace a dicha página.

El denominado Thin Content no solo no interesa a la audiencia, sino que probablemente no llegue a posicionar debidamente en los motores de búsqueda.

Para saber si tus contenidos están resultándole útiles a tu audiencia, no te olvides de analizar:

  • El número de visitas.
  • El tiempo de permanencia en página.
  • La tasa de rebote.
  • Las acciones generadas a través de esta página (un mapa de calor web puede ayudarte a ello).
  • Los comentarios recibidos por parte de los usuarios -cantidad y valoración del contenido compartido-.
  • El número de visitas recurrentes a la web.
  • El CTR.

Enlazado interno

El enlazado interno es otro de los factores clave que debes revisar a la hora de realizar una auditoría SEO. Y es que estos enlaces traspasan autoridad dentro de la página.

Ya lo hemos avisado anteriormente: las páginas que atacan las keywords más relevantes para el negocio deben ser más enlazadas que otras menos importantes.

A la hora de revisar el enlazado interno de la web, debes valorar qué páginas están recibiendo más enlaces internos, si es coherente esta estrategia de enlazado o si existe alguna página huérfana -es decir, que no recibe ningún enlace interno-.

Enlaces rotos

¿Alguna vez has hecho clic en un enlace de una página y no has podido acceder a la web a la que enlazaba? Nuestra web cambia, y también lo hacen las páginas externas a las que enlazamos.

Por ello, encontrar enlaces rotos desde nuestros contenidos a otras páginas afecta negativamente a la experiencia de usuario y no está bien visto a ojos de Google, ya que dificulta el rastreo de otras webs.

Una vez más, puedes recurrir a Screaming Frog para analizar estos links rotos.

Redirecciones

Una redirección permite llevar tráfico de una url que ha sido eliminada a otra existente. Estas redirecciones pueden ser a nivel dominio -es decir, una página que ha cambiado el dominio y debe redirigir todas sus urls- como en páginas concretas.

Existen dos tipos de redirecciones: permanentes (conocida como redirección 301) y temporales (302). A la hora de analizar las redirecciones de una página, debemos tener en cuenta dos aspectos:

  • La redirección enlaza a una página existente. En caso contrario, nos dará un error 404 que deberemos subsanar.
  • El trasvase de autoridad al realizar este enlazado es el correcto.

Canibalización de palabras clave

Cada página debe atacar una palabra clave diferente. En caso contrario, si varias URLs pretenden posicionar por la misma intención de búsqueda, se produce una canibalización SEO.

Esta duplicidad afecta negativamente al posicionamiento orgánico de los contenidos, pues diluye la autoridad de la página y confunde a los motores de búsqueda a la hora de dirigir tráfico a la web ante una determinada query.

Para evitar esta canibalización de contenidos, asegúrate de:

  • Atacar cada palabra clave en una única URL de tu página.
  • No indexar aquellas páginas que contengan contenidos duplicados, indicando al buscador cuál es la más relevante de varias páginas de contenido similar gracias a la etiqueta canonical.

Realiza un análisis de SEO offpage

El último paso será realizar un análisis de SEO offpage para valorar factores externos que pueden afectar al posicionamiento orgánico de nuestra página. Para ello, debemos analizar:

  • Qué backlinks estamos obteniendo, a qué contenidos enlazan y cuál es la calidad de las páginas que enlazan a la nuestra -temática, autoridad, etcétera-.
  • Detectar posibles oportunidades para conseguir backlinks de calidad desde páginas de autoridad alta en nuestro sector. Recuerda que este es un factor clave a la hora de definir tu estrategia de linkbuilding.
  • Monitorizar los resultados SEO de la competencia. ¿Qué enlaces internos reciben? ¿Para qué palabras están posicionando que echas en falta en tu web? ¿De qué manera está estructurada su página web?

Ahora que sabes dar todos los pasos para auditoría SEO de calidad, no habrá posicionamiento que se te resista. Eso sí, antes de empezar a hacer tus propias pruebas, sigue leyendo para descubrir algunos pasos extra y recuerda: en el SEO, todo empieza antes de lo que parece, incluso mucho antes de comprar un dominio para tu proyecto, ¡hasta eso debe estar planificado!

Últimos consejos antes de realizar tu auditoría SEO

Antes de lanzarte a realizar tu propia auditoría SEO, es importante que conozcas algunas prácticas que te ayudarán no solo a consolidar lo aprendido, sino también a complementarlo para realizar una revisión técnica rigurosa, segura y efectiva que te garantice los mejores resultados posibles. Toma nota y ve paso a paso, ¡estos consejos te facilitarán enormemente la tarea!

  • Hacer una auditoría SEO técnica exhaustiva centrada en el rastreo, la indexabilidad, los Core Web Vitals y los elementos de seguridad web para que no se quede únicamente en los aspectos más superficiales. Comprueba que los motores de búsqueda pueden rastrear e indexar todas las páginas, que la arquitectura soporta una correcta interpretación y que tu web cumple con los Core Web Vitals. Herramientas para auditoría SEO como Screaming Frog SEO Spider te permitirán detectar errores técnicos, cadenas de redirecciones, meta duplicadas y enlaces rotos, además de ayudarte a identificar problemas de contenido mixto o elementos no seguros que afectan la percepción de seguridad. Además, asegúrate de revisar el certificado SSL, las redirecciones obligatorias a HTTPS y las metaetiquetas ‘noindex’ mal ubicadas, ya que sin una base técnica sólida y segura, cualquier optimización quedará expuesta a errores críticos.
  • Incluir herramientas que te permitan hacer un análisis a fondo y monitorear backlinks, rendimiento y usabilidad. No te conformes con un único software, combina suites completas como Semrush (análisis de competencia, auditoría del sitio) o Ahrefs (perfil de backlinks y exploración de contenido). Además, si necesitas comprender el comportamiento del usuario, Microsoft Clarity ofrece mapas de calor y grabaciones de sesiones que permiten detectar patrones de interacción, fricciones o errores de usabilidad.
  • Poner a prueba los elementos de seguridad y experiencia del usuario que afectan al SEO con el fin de garantizar que tu web, además de bien optimizada para buscadores, lo está también para personas. Además de la experiencia técnica, comprueba indicadores como HTTPS, ausencia de pop-ups intrusivos y su compatibilidad con dispositivos móviles. Los buscadores penalizan páginas lentas o inseguras, por lo que estos factores pueden tener un impacto directo en tu posicionamiento.
  • Realizar informes visuales claros que muestren los datos importantes a las claras y permitan priorizar las acciones más urgentes. Una auditoría SEO no tiene utilidad si no se comunica, así que procura usar herramientas que generen dashboards visuales, paneles de seguimiento o gráficos con prioridades. Plataformas especializadas como Reporting Ninja en combinación con Google Analytics y Screaming Frog permiten elaborar informes comprensibles y accionables para equipos y clientes.
  • Fijar una frecuencia de auditoría técnica que se adapte a los cambios de algoritmos o lanzamientos importantes te permitirá mantener la buena salud del SEO de tu página y, con ello, garantizar la máxima visibilidad posible para tu proyecto.

Con esto ya tienes lo más importante de la teoría sobre cómo hacer una auditoría SEO con éxito. Ahora solo te falta probar algunas de las herramientas para auditoría SEO de las que te hemos mencionado, ver cuáles se adaptan mejor a lo que necesitas de ellas y empezar a disfrutar de los resultados. ¡Triunfar en internet puede ser así de sencillo si te estructuras bien y eres constante!

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